Independientemente de la edad que tengas, tu capacidad de audición puede haberse reducido a niveles muy bajos… por esta razón, es importante conocer algunas de las señales que te deberían de llevar al otorrino.
A continuación, vamos a analizar las 8 más destacadas.
Dificultad para mantener una conversión: Deberías de ir al especialista en el caso de que te sea imposible mantener una conversación en lugares ruidosos. Especialmente si el resto de las personas pueden hablar y solo eres tú quien tiene dificultades.
Volumen: Otro signo identificativo es si nos ponemos la televisión o la radio a un volumen más elevado que el que necesita cualquiera del resto de los miembros de la familia.
Repetición: También puede ser que necesites que te repitan muchas veces lo mismo, siendo un signo de pérdida de audición.
Dificultad: Si tienes dificultades para poder seguir una conversación, o entender algunos detalles, deberías de revisarte el oído.
Conversaciones telefónicas: Si cuando estás hablando por teléfono escuchas mejor estando de lado, también es otro síntoma a considerar.
Aislamiento: Algunas personas que no escuchan correctamente tienden a aislarse porque les da vergüenza tener que pedir que repitan lo mismo sin parar.
Shock: Si estamos expuestos de forma continua a fuertes ruidos (cómo puede ser a música intensa, al ruido de motores, a la explosión de vehículos), podemos experimentar un shock acústico. Por ello, siempre se debe de contar con la protección acústica adecuada.
Si crees que escuchas menos: En definitiva, si crees que tu capacidad de audición no es la que siempre ha sido, lo que deberías hacer es ponerte en contacto con el experto de inmediato. Solo así podrá confirmar o descartar el trastorno y recomendarte el tratamiento adecuado para evitar que la cosa vaya a más.