Aunque la mayoría de los problemas relacionados con la audición se dan en personas adultas y, sobre todo, en ancianos, lo cierto es que un pequeño porcentaje de los mismos también se producen en personas jóvenes.
La pérdida de audición puede suponer cuadros de aislamiento social: el hecho de no entender a una persona cuando nos está hablando, porque suponer que preguntemos varias veces lo mismo, lo que hará que nos sintamos violentos. Además, no nos sentiremos seguros a la hora de salir a la calle porque seremos más vulnerables a los diferentes peligros que nos podamos llegar a encontrar.
Los jóvenes son los que más miedo tienen al aislamiento social: por esta razón, la pérdida de audición puede llegar a provocarles sentimientos de depresión, soledad, angustia, ansiedad y somatización.
Y lo peor de todo es que no siempre buscan el remedio a este trastorno: muchas veces piensan que pueden llegar a vivir con ello… Desgraciadamente, este es un problema que se tiene que tratar cuanto antes porque, si no es así, irá a más y el tratamiento no será tan efectivo.
Y es que algunos jóvenes se avergüenzan de esta situación: si estamos hablando de un problema de carácter inflamatorio por una infección, probablemente el facultativo recomienda la ingesta de fármacos. Si el problema es derivado de la presencia de algún bulto o elemento extraño, lo más normal es proceder con la cirugía si los medicamentos no funcionan. No obstante, si todo lo anterior falla, es posible que se recomiende utilizar audífonos, y esto es algo que los jóvenes no llevan demasiado bien.
En el caso de que tengas algún tipo de problema de audición, independientemente de la edad que tengas, deberías de buscar tratamiento cuanto antes.