Si detectas que tu hijo tiene algún problema de audición, lo primero que tendremos que hacer es ponernos en contacto con el médico de cabecera para que pueda encargarse de hacer la evaluación pertinente.
A continuación, te hemos preparado algunos indicativos para que puedas hacerte una idea de si existe este problema… pero que en ningún caso deben de sustituir la visita al médico:
Señales de alarma relacionadas con la pérdida de audición
El niño escucha bien en la mayoría de las ocasiones, sin embargo, no siempre responde.
A veces tiene el volumen de la televisión demasiado alto, y este nivel puede llegar a ser demasiado estridente para el resto de los miembros de la familia.
Repite demasiadas veces “¿Qué?”
El rendimiento escolar del niño puede ser muy bajo, o que se haya reducido de una forma drástica en los últimos meses. Muchas veces es el profesor el que se da cuenta de que algo raro está sucediendo; en el momento en el que esto ocurra, no tardará en ponerlo en conocimiento de los padres.
El niño se quejará directamente de que no escucha.
También puede darse el caso de que parezca que el niño no presta la atención que precisa en algunos momentos. En ningún caso se debe de asumir que simplemente no le interesa el tema, puede ser que haya un problema mucho más agresivo detrás que tengamos que tratar.
Si detectamos que el volumen del habla es más alto de lo que se consideraría normal, también puede ser un síntoma de pérdida de audición.
El niño nos mira con mucha atención e intensidad cuando estamos hablando, como si se estuviera intentando concentrar en lo que estamos diciendo ya que no lo puede oír claro.
Ante cualquiera de estos problemas, el facultativo confirmará o descartará el diagnóstico.