El exceso de cera es uno de los principales síntomas que pueden derivar en la pérdida de audición. Además, el cerumen también puede llegar a causar irritación en el momento en el que la acumulación es demasiado extrema.
El remedio más habitual se basa en la utilización de bastoncillos pero, según las últimas investigaciones, este método podría hacernos más mal que bien.
Por ello, te hemos preparado una serie de remedios naturales mucho más efectivos y menos intrusivos:
Soluciones salinas: Estos remedios los podemos comprar en la farmacia, o los podemos preparar por nuestra propia cuenta. Tan solo tenemos que mezclar 125 ml de agua con una cucharadita de sal (aproximadamente 7,5 g). Empapamos un algodón con esta sustancia y dejamos que caigan unas gotas en el cerumen. Dejamos que el líquido penetre el oído y luego inclinamos la cabeza en dirección opuesta para que éste salga por su propio pie.
Aceite de parafina: Este otro remedio también se considera de los más eficaces. Ponemos a calentar un par de cucharadas de este aceite en una vela y luego las introducimos en el oído dejando que actúe durante un tiempo de cinco minutos. Realizando este remedio durante un par de días conseguiremos disolver el cerumen. A continuación, habrá que clavar el oído para eliminar el exceso de aceite
Peróxido de hidrógeno (H202): También conocido como agua oxigenada. Es importante que nos aseguremos de que no sea superior a un 3% de concentración porque podría ser perjudicial para el organismo. Tenemos que mezclar esta sustancia con agua a partes iguales.
Procederemos de la misma manera que hemos visto anteriormente, inclinamos la cabeza para conseguir que el líquido penetre en el interior del oído, dejamos actuar, y luego nos volteamos para que el líquido salga por sí solo.
Con estos tres métodos naturales, la cera ya no será un problema.